KBT music

La producción espontánea de música desarrolla potencial creativo en los niños, mejora la coordinación de movimientos y la memoria auditiva.

La música forma varios elementos vitales para el desarrollo de los niños, como la imaginación creativa, la divisibilidad de la atención y las habilidades cognitivas. Desarrolla el pensamiento independiente, las habilidades de toma de decisiones y las habilidades de comunicación, que son particularmente visibles durante la diversión y el juego con los demás. Tocar los instrumentos juntos y tocar música en un grupo crea vínculos con otros niños, enseñando el trabajo en equipo y la interacción para lograr un objetivo establecido. Estas primeras experiencias producen resultados precisos después en la escuela y en la vida adulta.

Tocar un instrumento musical o cantar tiene un gran impacto en el desarrollo del intelecto del niño, en los resultados de aprendizaje posteriores, incluidos los idiomas extranjeros y, en consecuencia, en el funcionamiento en la vida adulta. Los expertos recomiendan tocar música con niños más pequeños, aunque esto puede ser simplemente tocar los platillos o la pandereta. Cuanto antes empieza, más pronto verá los resultados, lo que dará a los niños herramientas adicionales para un desarrollo adecuado.

Desde la edad de 5-6 años, los niños demuestran un desarrollo dinámico. Debido al tocar espontáneamente los instrumentos, los niños se enfocan en los sonidos, su fuerza y la simple melodía que crean. Tienden a experimentar y cada éxito aumenta su autoestima. La música moldea su emoción y sensibilidad, y la experiencia adquirida mejora su atención y memoria auditiva.